Consiste en una actividad sana y divertida donde el alumno desarrolla un comportamiento cooperativo tanto dentro como fuera del campo de juego, fomentando el respeto por los demás compañeros además de adquirir un mayor dominio técnico y táctico del juego. El niño se familiariza con el balón a partir de ejercicios de control, conducción y golpeo, pase y recepción del balón, profundidad y desmarques, posicionamiento defensivo y ofensivo y, por supuesto, la preparación estratégica para competiciones.
Crear un hábito en los niños es tarea que debe realizarse en la temprana infancia, debido a que ayudará a ahorrarles problemas cuando lleguen a la adolescencia. En este sentido, el deporte les ayuda a desarrollarse física y mentalmente, a estar sanos, y a relacionarse de una forma saludable con otros niños. El deporte no sólo es bueno para la salud física del niño, también lo es para su salud mental; les ayudará a tener más confianza en sí mismo, a relacionarse mejor con los demás e incluso a superar alguna enfermedad como el asma.
• Socializar con los compañer@s.
• Aprender a controlar los impulsos.
• Aprender a seguir unas reglas.
• Fomentar la necesidad de colaborar por encima del individualismo.
• Mejora de la coordinación.
• Mejora de la condición física.
• Desarrollar el interés por el movimiento y el ejercicio.